Comunicación no consciente.
"Ningún mortal puede guardar un secreto, si sus labios callan, hablara con las yemas de sus dedos", Sigmund Freud.
Buenos días a todas y todos una semana más!!
Para mantener una relación empática y sana es de gran importancia saber interpretar los gestos para saber el comportamiento y el por qué de la otra persona.
No todos somos iguales, es más, cada persona es única y distinta en si, por lo que no todos somos capaces de expresar nuestros pensamientos y sentimientos en muchas ocasiones. Si conocemos a la otra persona y le mostramos atención podemos sacar conclusiones para evitar que se sienta mal o poder evitar ciertos momentos de incomodidad. Pero hay gestos que son universales y que todo el mundo entiende, ya tengas otra lengua o una personalidad muy introspectiva.
Poder detectar los gestos y actitudes corporales que realiza una persona cuando lo esta pasando muy mal a nivel emocional y poder ofrecerle una ayuda, gracias a la observación y otras técnicas, te convierte en una mejor persona. Esto se debe a la lectura de la comunicación no consciente de los demás (qué y cómo lo dicen), también denominado "Ciencia del Comportamiento".
Para que lo entendáis...nuestro cuerpo es una especie de lienzo que vamos pintando y construyendo a lo largo de nuestra vida con lo que nos va ocurriendo, que se queda impregnado a modo de gestos básicos basados en todas las experiencias que hemos vivido. Pero sobre todo, por desgracia, se quedan pintadas o grabadas las más terribles.
De manera inconsciente juzgamos ante de comprender cuándo vemos a alguien frustrado, amargado, etc., pero podemos utilizar la escucha y los gestos para ayudar a los demás.
Un dato curioso es que la parte izquierda del rostro cambia más que la derecha cuándo lo estás pasando verdaderamente mal. Cuando veamos que un amigo o persona cercana lo esta pasando mal, podemos mirarlo, inclinar la cabeza hacia donde él o ella la tenga inclinada y preguntarle abiertamente...¿Qué te pasa? Empieza a hablar y, entonces, nos toca escuchar para sanar, con nuestro yo, con la escucha activa (la cual consiste en asentir con la cabeza, parafrasear, etc.), pero además vamos a aprender a escuchar con los ojos.
Existe un tipo de parpadeo llamado parpadeo emocional (Brandy en 2001 nos hablaba de él). Cuando una persona está bajo una emoción y habla de algo importante para ella sus parpadeos se vuelven más lentos y suaves. Del mismo modo si alguien escucha algo que es igual de emocionante, pasa lo mismo. Así que, hay que escuchar con parpadeos suaves y lentos si queremos transmitir que se encuentra en un lugar seguro y empático.
De esta manera esa persona va a sentir que la estamos escuchando físicamente y comenzará a desahogarse, hablará más y se sentirá cómoda. Es importante saber que es aquí donde comienza la ventilación emocional que, a la vez, va a producir un descanso emocional.
Si juntamos la escucha activa con los parpadeos emocionales, estamos escuchando a una persona, le hacemos ver que la estamos escuchando para que hable más, y reforzamos con parpadeos todo lo que intuimos que es importante para ella. Esta persona detecta que la estamos escuchando a nivel emocional y se desahoga, creando la ventilación emocional.
Esto solo es el principio y ya estamos ayudando a que una persona se encuentre mejor y se abra a contar que es lo que le perturba y le hace daño. Si lo aplicamos a nuestra vida cotidiana podemos comprender mejor a los demás y contribuir en el bienestar de todos los individuos.
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